Como temía que algún monstruo le cogiera de los pies o de los brazos, y lo arrastrara hasta llevárselo por el abismo que se formaba cada noche debajo de su cama, inventó otros monstruos, aún más temibles, capaces de defenderle. Y así durmió mejor pues, ya se sabe, nada puede con la imaginación de un niño.
buenísimo
ResponderEliminarGracias Adri :)
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