Karl Marx elaboró una de las obras más importante de la historia del
pensamiento, infinita, capaz de evolucionar con el tiempo y hacer evolucionar
consigo a la sociedad. ¿El qué somos, de dónde venimos y a dónde vamos? tuvo
más respuestas, y sentido, después de Marx.
Actualmente, la cultura y la ciencia vagan a su suerte, apartados de las
prioridades de cualquier estamento de representación social, que cuida sus
bancos y sus créditos y su deuda y su déficit y sus políticos corruptos y su
Troika y su Merkel y los bolsillos de mucha gente rica que solo quiere hacer
más y más dinero, pero no cuida las mentes que pueden hacerla evolucionar. Es
la dictadura del Capital, aquello contra lo que luchó Marx. Y es también un
ciclo infinito y tenebroso que, de igual manera, me hunde ahora en el sillón
consumiéndome por dentro y, mañana, me obliga a luchar por una realidad mejor.
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