domingo, 30 de marzo de 2014

Lágrimas azules

A Pablo Picasso

Es la primera vez que me suicido por amor, no te pongas así. De la pobreza al más allá solo hay un paso en falso. No he sido yo sino mi cuerpo siguiendo el dictado del alma. Renuncié a la calma arrastrándome a los pies de mi Germaine y ni la morfina ha parado esta infección ventricular. La he intentado llevar conmigo pero incluso en la muerte me ha dado esquinazo. ¿Y qué quieres que te diga? Soy el mártir de su mirada, el recluso de su abuso, el balazo que apunta al fantasma de la razón.

Me han contado que te has vuelto azul, que has conocido al Greco y ahora lloras lágrimas de pintura, que sudan tus manos el dolor de la gente, que al otro lado del río pecas de obsesión bebido del hambre, enredado en tus cuadros hasta el fin de la eternidad. Me pregunto cuánta verdad nos va a dejar tu trazo y si se cumplirá nuestro pacto de libertades. Tú viviendo del arte, yo muerto del dolor.



 Para entenderlo todo.
Basado en El entierro de Casagemas, de Picasso.
Originalmente en Secretolivo. 

picasso

lunes, 17 de marzo de 2014

La pasionaria

A Joaquín Sabina

La pasionaria, relato de Javier López Menacho inspirado en Joaquín Sabina. Foto de Matt/Drift Words
Foto de Matt/Drift Words

El fin de los días me sorprendió el jueves de una semana cualquiera. Andaba buscando una copa que me devolviera una digna versión de mí mismo. Tú llorabas detrás de la ola del último mar que llevabas dentro. La primavera se vencía entre tus piernas y yo en la casa donde el empeño se empeña.  En el bar, un guiño del traficante de almas, una carta en la solapa del destino, un desatino de la bruja del dolor, y las mentiras supieron a verdades.

Me entregué al azar del Martin Miller, viviendo el thriller de tus primeros besos y sintiéndome preso de eso que se confunde con amor. Entre el recodo de la soledad y el lógico tráfico de perseguir tus labios, encontré el caracol de tu sonrisa.

Me subasté por menos de nada entregado al blanco perfume de la noche. Del ebrio reproche de la ausencia, del estruendo tus caderas, de la frontera de Jerez hasta más allá del mar, creí sentir un final de cuento. Cuando sucumbí al elixir de Morfeo enfriaste los pasillos dejando resuelto el siniestro de las canciones.

A la mañana no estabas y lo vi todo oscuro.



miércoles, 12 de marzo de 2014

Colaboración en MacGuffins #1


Gabriel Noguera y Sonia Márpez me reclutaron hace unos meses para formar parte de un precioso proyecto dentro del MAF (Málaga de festival). 140 actividades culturales en Málaga con el cine como argumento. Han creado un fanzine tanto digital como en papel, McGuffins, híbrido entre relato, poesía, ilustración, dibujo y collage.

Aquí os lo dejo para que podáis leerlo. Mi relato se llama "El viaje a ninguna parte" y lo ilustra Jose Luís Valverde. Está entre la página 25 y la 28. Espero que os guste.


lunes, 10 de marzo de 2014

024-C


A Carlos Cano

Currelante Carlos Cano. Foto de Elfer
Foto de Elfer

Escucha.

Me he levantado con un humor de perros. Como sabes, la poesía no da de comer y todo lo demás tampoco. Llevo tiempo convertido en aquello que odio, pero en esta tierra sobrevivir es traicionarse. Sí, hay días que van barruntando su drama y hoy ha sido uno de ellos.

No te distraigas, atiende.

Ha sido verte y augurar la enésima estocada. La belleza es un anticipo del mal, seguro que lo has sufrido en tus carnes. Que no he cotizado, has dicho, que no consta el tiempo que digo (¿de veras?), que no he sido técnico sino operador, que deberían haberme avisado con el número de horas (el mal nunca avisa, querida), que existen sindicatos que pueden auxiliarme (en el infierno nadie auxilia), que no has podido hacer nada. Señor, ¿lo comprende, no? Has repetido, ¿comprende que no puedo hacer nada?

Mírame.

Yo tampoco, no me quedan sombras que devorar y por eso he de señalar a alguien. Qué pena que seas tú a la que le ha tocado esta cruz. El destino juega con cartas marcadas y ojalá pudiera volverme a traicionar pero lo cierto es que estoy cansado. Ahora vas a rectificar y me vas a pedir disculpas, pues todo ha sido un error informático. Vas a introducir en ese ordenador las horas que he trabajado y luego me darás un papel que indique lo que me corresponde. No te preocupes, lo usaré sólo para seguir sobreviviendo. Harás eso y luego olvidarás mi nombre y yo a cambio nunca olvidaré tus ojos. Será tal cual porque si no es así te mataré. Lo haré de forma rápida, no temas, intentaré hacerte el menor daño posible. Si sale mal, no me importa morir acribillado o escribir poemas desde la cárcel. Podría contar la historia de lo nuestro, lo que pudo ser y no fue, podría escribirle al tiempo y desmontar cada una de sus promesas o a la eternidad y decirle que le voy comiendo terreno, que desde hoy tengo algo que contar y ya nunca más me va a ganar a este juego.

miércoles, 5 de marzo de 2014

La niña de la palmera

A Migue Benítez
La niña de la palmera. Relato de Javier López Menacho inspirado en Migue Benítez. Foto de Dando una vuelta
Foto de Dando una vuelta

¿A esta edad todo se perdona, verdad Niña de la Palmera? Hasta que mi mejor amigo te robe las lunas cuando yo esperaba la noche en tu puerta.

El Migue me ha dicho que le das igual, que eres una repetición, otra que viene a negociarnos el camino, que ahora es tiempo de estar con los colegas, correr con la Jog Erre, fumarse cuatro petas y hacer lo que nos venga en gana. Pero los poetas no saben mentir.

Su mirada trepa hasta tu palmera del Retiro, entregando su pudor cuando tu boca fuma cigarros que saben a libertad. Se le nota el nervio arder cuando lees poniendo tu mundo ahí dentro, ¿qué habrá más grande que la vida que secuestra tu atención?

El Migue quiere ser verso en tus pupilas pero nunca lo va a reconocer. Quiere ser océano y se siente mar. Por eso canta estos días con la garganta quebrada, como si llevara el alma colgando en la cadena y estuviera rompiéndole el pecho. El ladrido que canta hace temblar las ventanas, raya los coches, desconcierta a los caballos y asusta a los niños que no entienden de una emoción tan grande. En ese idioma suyo indescifrable, te está ofreciendo su amor. Disfruta siendo un maldito, herido por un deseo que en secreto le viene de vuelta.

Lo sé porque he visto tus ojos regresar del lugar donde nunca estuvieron. Lo miras cuando él no está, como la ausencia ante el espejo. Él se cree ausente pero siempre ha estado ahí. Y yo callo mientras la vida misma se derriba barreras, abriendo la boca sólo para ponerle coros a este juego de miradas.