A Pablo Picasso
Es la primera vez que me suicido por amor, no te pongas así. De la pobreza al más allá solo hay un paso en falso.
No he sido yo sino mi cuerpo siguiendo el dictado del alma. Renuncié a
la calma arrastrándome a los pies de mi Germaine y ni la morfina ha
parado esta infección ventricular. La he intentado llevar conmigo pero
incluso en la muerte me ha dado esquinazo. ¿Y qué quieres que te diga?
Soy el mártir de su mirada, el recluso de su abuso, el balazo que apunta
al fantasma de la razón.
Me han contado que te has
vuelto azul, que has conocido al Greco y ahora lloras lágrimas de
pintura, que sudan tus manos el dolor de la gente, que al otro lado del
río pecas de obsesión bebido del hambre, enredado en tus cuadros hasta
el fin de la eternidad. Me pregunto cuánta verdad nos va a dejar tu
trazo y si se cumplirá nuestro pacto de libertades. Tú viviendo del
arte, yo muerto del dolor.
Para entenderlo todo.
Basado en El entierro de Casagemas, de Picasso.
Originalmente en Secretolivo.
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