jueves, 29 de noviembre de 2012

Las pancartas

El manifestante, movido nuevamente por la pasión del ideal, miraba a su compañera activista agolpada entre la multitud, a sus ojos rojos, a su piel desafiando al frío y a su sonrisa protestona, y se preguntaba si no era hora ya de radicalizar su protesta, sino debía cambiar el “fuera presidente” por el “fuera pretendientes”, el “no a los desahucios” por el “no a mi desahucio”, el “por una educación pública” por el “por tu educación púbica”, el “con las trabajadoras de Acasa” por el “con que te vengas a casa”, si así, transformando una a una cada pancarta a través de un discurso único, el discurso del amor, sería por fin capaz de cambiarlo todo.



1 comentario:

  1. Lo he vuelto a leer Javi, y te digo que es un texto fantástico. "Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único..."
    Abrazo fuerte!!!

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